lunes, 27 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD PARA WALL STREET (A COSTA DE LOS DEMAS)

La Navidad y la Noche Vieja se suelen percibir como el período más feliz del año. Pero no es así entre desempleados, cuyo número está creciendo en Estados Unidos.

Las fiestas no siempre conllevan emociones positivas, ya que la realidad cambia nuestros planes para la vida.

Gavrielle tiene 61 años y perdió su trabajo de enfermera veterinaria. Ahora depende, como uno de cada siete estadounidenses según los últimos estudios, de un programa de ayuda pública pensado para proveer de alimentos a los más pobres. Pero lo más lamentable de esta situación son las mínimas posibilidades de encontrar empleo.

“'Feliz Navidad, está usted despedida', eso fue lo que me dijeron”, señaló Gavrielle. “Es muy difícil, la verdad, en el futuro no nos espera nada bueno”, agregó.

Aunque los legisladores estadounidenses han decidido prorrogar los subsidios de desempleo a algunos de los ciudadanos en paro, millones de desempleados ya ni siquiera tienen derecho a acceder a estos fondos.

No se puede cobrar el subsidio durante más de 99 semanas y este tiempo, a menudo, resulta insuficiente para encontrar algún trabajo. Ese es el caso de Theresa Iacovo, quien hace más de dos años perdió su puesto en una empresa de calefacción y hasta ahora no ha podido dejar este callejón sin salida.

“Estoy pensando ahora, ¿para qué me pasaba las navidades trabajando en vez de estar con mi familia, si ahora no tengo absolutamente nada y todo el trabajo que hice en mi vida no tiene sentido?”, se lamenta Theresa Iacovo.

Por otra parte, no para todos las fiestas navideñas son depresivas. Los grandes bancos de Wall Street viven sus mejores días y otra vez registran unas ganancias récord. De ahí que las primas de fin de año de los banqueros puedan superar sus bonos del año pasado, que ascendieron a más de 124.000 dólares por persona. No obstante, según los expertos, este éxito no se debe tan sólo a los esfuerzos de los gurús financieros.

“Muchos bancos se han recuperado gracias al público, que los sacó del apuro. Así que vemos una transferencia de riquezas de los más necesitados a los más avariciosos”, afirmó Danny Schechter, TV productor, director de cine y blogger.

Con el desempleo en alza, el último trimestre las empresas norteamericanas han presentado unos ingresos históricos. Y mientras los ricos pueden disfrutar de las compras en las lujosas tiendas de Nueva York, gastando miles de dólares, hay otros que se sienten privados de todo.

“Nos quedamos sin nada, fuimos prácticamente ignorados, tanto por el gobierno, como por los responsables de los medios”, resumió Theresa Iacovo.

La esperanza es lo que les permite continuar luchando, peleando por su futuro y contra el sistema que los ha dejado al margen.

“Vivimos en una sociedad en la que ni siquiera contamos, la situación me recuerda a los bailes que tenía María Antonieta mientras el pueblo francés se moría de hambre”, afirmó Gavrielle.

Y ésta es la sociedad en la que millones de personas viven día tras día con la única ilusión de que en algún momento la historia corrija todas las injusticias del pasado, y el espíritu de la felicidad vuelva a entrar en sus hogares.

http://actualidad.rt.com/economia/sectores/issue_18230.html

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